La cifra de sismos supera los 2,500 eventos, todos relacionados con la posibilidad de una erupción volcánica en Islandia

En la península de Reykjanes, Islandia, persisten los movimientos sísmicos en los últimos días, indicadores de una actividad volcánica potencialmente inminente. Desde el 10 de noviembre, se han reportado más de 2,500 terremotos en el país, y solo en las últimas horas se han registrado unos 900 movimientos telúricos. Estos sismos, causados por el desplazamiento del magma bajo la superficie, han generado grietas en carreteras y edificaciones en Grindavik, una localidad de 4,000 habitantes, evacuada el sábado pasado.
A pesar de que ninguno de estos temblores ha superado la magnitud de 3.0 desde el mediodía del martes, el riesgo de erupción volcánica persiste. Kristín Jónsdóttir, vulcanóloga y sismóloga líder del equipo de seguimiento de riesgos naturales de la Oficina Meteorológica de Islandia, ha indicado que no se ha reducido la amenaza de erupción.
Se ha observado una continua expansión del magma, lo que ha ralentizado la actividad sísmica, aunque se mantiene la posibilidad de una erupción. Los residentes de la zona más peligrosa han podido regresar brevemente a sus hogares para recoger artículos esenciales y de valor. Las autoridades se preparan para construir un dique que desvíe posibles flujos de lava alrededor de la planta de energía geotérmica de Svartsengi, ubicada cerca de Grindavik. Se están movilizando equipos y materiales con la capacidad de llenar 20 mil camiones.
Las grietas en las calles de Grindavik, acompañadas de emisiones de vapor, han dejado la ciudad prácticamente desierta, a excepción de algunos lugareños que recogen sus pertenencias más valiosas. Algunos habitantes han tenido que ser evacuados en vehículos de emergencia, mientras que otros han podido llegar en sus automóviles acompañados por personal de emergencia. La mayoría de las mascotas y animales de granja han sido rescatados, y, debido a altos niveles de dióxido de azufre detectados repentinamente, la ciudad fue evacuada nuevamente con poca anticipación.